Abandonad toda esperanza

lunes, 29 de mayo de 2006

De vuelta del fin de semana: cine comercial vs. cine de autor

En esta dicotomía nos movimos en nuestras visitas a las salas cinematográficas durante el fin de semana pasado...

El viernes, obviamente, era el día de X-Men: La decisión final, película que por cierto se publicita con una frase ("¿De qué lado estás?") que parece extraída de la macrosaga Marvel del momento en USA: Civil war.

La tercera entrega de los mutantes resultó ser una magnífica versión en imagen real de los personajes de la Marvel. No quiero extenderme demasiado al respecto, para no caer en los siempre molestos spoilers, y porque ya hablaremos algo más del tema en la columna del próximo viernes... Sólo quiero señalar que la película, más aún que las dos anteriores, no funciona como elemento aislado, por sí mismo, del resto de la trilogía y, sobre todo, de los cómics en los que se basa. Esto es, para el espectador no iniciado, la película supondrá una experiencia confusa, una historia atropellada donde suceden demasiadas cosas, algunas de dudosa justificación (la resurrección de Jean Grey, por ejemplo), y donde algunos personajes desaparecen de la historia (algunos por defunción, ahí es nada) o vuelven a aparecer de forma que el asunto parece no tener ni pies ni cabeza.

Pero para los seguidores, los connaisseurs, aquellos que pueden completar los "vacíos" con su propio feedback, la película de Brett Ratner, quién nos lo iba a decir, es espectacular, emocionante, emotiva, fascinante. Muchos son los momentos que se agolpan en mi memoria: el magnífico arranque, en el pasado, con unos Xavier y Magneto todavía compañeros, en su búsqueda del mutante más poderoso; ese Ángel niño que intenta cortarse las alas; los ataques telequinéticos de Fénix Oscura, interpretada por una fascinante Famke Janssen, atacando a Xavier o a soldados del ejército estadounidense; la brutalidad de Juggernaut contra la astucia de Kitty Pryde; esa Sala del Peligro que homenajea los "Días de un futuro pasado” de Claremont y Byrne, centinela incluido; el conmovedor e inquietante último plano de Magneto; en fin... si son seguidores de los hombres X, vayan a verla. Desde el arranque hasta el final de los títulos de crédito (con sorpresa incluida), les tendrá agarrados a la butaca.

Y además, cierra lo que podría ser una trilogía cinematográfica, a mi parecer, a la perfección.



El cine de autor lo puso una curiosa velada en la Casa de la Cvltvra de Villena, donde se presentó el cartel de la 25ª Semana de Cine (organizada por el Cineclub Villena y a celebrarse el próximo mes de agosto) y el libro ¿Cine de autor? Revisión del concepto de autoría cinematográfica, coordinado por John D. Sanderson y que incluye ensayos sobre una selección nada ortodoxa de cineastas: si la memoria no me falla, Theo Antelopoulos, Luis Buñuel, Spike Lee, Peter Weir y el simpar Ed Wood Jr.

La sesión se completó con la proyección de El arco, último trabajo de Kim Ki-Duk. De nuevo nos encontramos con las constantes de este cineasta coreano: historias de personajes que se comunican a través de la mirada y de sus actos, no de sus palabras, y que más allá de su silencio y (sólo aparente) apatía esconden sentimientos al límite. Los que hayan visto títulos como Samaritan girl, la fascinante Hierro 3 o la brutal a la par que lírica La isla (de la que retoma la ambientación marina y aislada) sabrán a qué atenerse.



En fin, que como siempre digo, una cosa no quita la otra, y se puede (¿se debe?) disfrutar con todo, sean blockbusters USA o historias intimistas de países asiáticos. ¿Para qué pasar por el suplicio de elegir?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que no, que la peli es mala. Ademas precisamente por eso, porque hay demasiada escena suelta qeu va bien pero no encaja ni con cola con las otras.

Francisco J. Ortiz dijo...

Pues a mí EL ARCO me gustó... ¿o te refieres a la de los mutantes? ;-)

Plissken dijo...

Si es que Kim Ki Duk esta sobrevalorado... ¿O era Bret Ratner? -Lo unico bueno que ha hecho este tío es Hora punta 2. Por lo menos ahí no intentaba engañar a nadie:patadas de Jacki Chan y gracietas de Chris Tucker. Consumir y olvidar-.


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