Abandonad toda esperanza

jueves, 26 de octubre de 2006

Sitges (XI): Time

Kim Ki-duk es uno de los cineastas más interesantes del cine coreano actual: observador de las relaciones humanas, gusta de mostrarlas siempre llevadas al límite, mediante historias donde los sentimientos se manifiestan más a través de las miradas y los actos que de los diálogos (que por lo general son bien escasos en su obra).



En Sitges presentó su último trabajo, Time, una reflexión acerca de la identidad y de la aceptación de uno mismo, una historia inquietante de carácter circular que no desentona en una filmografía donde se cuentan títulos tan interesantes como La isla, Samaritan girl o la maravillosa Hierro 3.

Time cuenta la historia de una chica devorada por unos celos irracionales hacia toda aquella mujer que interactúe con su novio: su temor a perderlo y a que éste se sienta atraído por otras mujeres la llevará a ponerse en manos de un cirujano para conseguir otro rostro. Lo que ella no sabe es que no es tan fácil esconderse de uno mismo...



Como puede verse, estamos ante una historia que se mueve en la frágil frontera que hay entre lo lógico y lo irracional, algo muy del gusto del autor de El arco. Ahora bien, en esta ocasión Ki-duk ha cambiado ligeramente de registro, y ha filmado un guión con más diálogos de lo habitual en él. Pese a ello, y aunque en un principio este hecho podría hacer creer que podríamos estar ante uno de los títulos más accesibles de su filmografía, pronto la cinta camina por inquietantes vericuetos que la alejan del cine de consumo fácil. A Dios gracias.

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