Abandonad toda esperanza

lunes, 10 de noviembre de 2008

Aula a la deriva / Eagle: Ayer y hoy del tebeo nipón



Ha querido el azar (más en el primer caso que en el segundo, como veremos) que dos editoriales distintas hayan elegido el mes de octubre para lanzar a la calle las primeras entregas de sendas series manga de indudable interés: en un caso estamos ante un clásico del tebeo japonés de terror; en otro, ante una obra mucho más reciente avalada por varias nominaciones a premios importantes y de indudable y rabiosa actualidad.



Con la publicación del primer volumen de Aula a la deriva, la editorial Ponent Mon -especializada precisamente en la edición de cómics japoneses- da inicio a su línea de manga de terror. Y nada mejor para dar el pistoletazo de salida que elegir una obra de Kazuo Umezz, el mangaka que ha sido considerado como el padre de este género dentro de la historieta nipona... un camino que luego seguirían autores como Hideshi Hino (El hijo del diablo), Junji Ito (Tomie), Senno Knife (Shitaro), Otsuichi (Goth) o el inclasificable Suehiro Maruo.



Aula a la deriva es una saga de seis entregas que relata el viaje iniciático que experimentan 862 estudiantes y algunos profesores y personal de una escuela de educación primaria cuando este edificio, después de sufrir un inexplicable terremoto, se ve trasladado a un territorio ignoto y aparentemente desprovisto de vida humana, una suerte de ¿futuro? post-apocalíptico.



Esta obra apareció publicada por vez primera entre 1972 y 1974, de forma serializada en la revista Shōnen Sunday, y un año después obtuvo su merecido reconocimiento con el prestigioso premio al mejor manga otorgado por Shōgakukan. Nada de lo que extrañarse cuando descubrimos que la narración que construye el autor sirve para retratar, reflejada en las conductas de los adultos y sobre todo de los niños protagonistas, la condición humana.



A la manera de novelas capitales acerca de la condición del niño o del adolescente (de El señor de las moscas de William Golding o El guardián entre el centeno de J. D. Salinger, a textos más recientes como El jardín de cemento de Ian McEwan o De los niños nada se sabe de Simona Vinci), o de películas sobre este mismo tema (Viento en las velas de Alexander Mackendrick o A las nueve cada noche de Jack Clayton serían dos buenos ejemplos), Kazuo Umezz coloca a sus jóvenes protagonistas en una situación extraordinaria que sacará lo mejor y lo peor de ellos mismos: las escenas de violencia que desata un miserable trozo de pan son buena muestra de ello.



Que el escenario elegido para desarrollar este relato sea precisamente una escuela, un lugar donde el niño, un individuo social en ciernes, aprende a desenvolverse en una sociedad integrada por él y sus iguales, no es casual: será esta situación fantástica, y -al menos al comienzo de la serie- totalmente inexplicable, la que pondrá en tela de juicio las normas, convenciones y costumbres del hecho social, desencadenando una historia de horror que, al menos de primeras, promete mucho, y que pese a haber pasado más de tres décadas desde su primera aparición no ha perdido ni un ápice de su fuerza y su capacidad de provocación.



En cambio, los que prefieran optar por la lectura de un manga más actual, y de paso más sujeto a nuestra actualidad (que no es necesariamente lo mismo), tienen en Eagle. La forja de un presidente, cuyo primer volumen acaba de editar Glénat, la mejor elección.

Podrá acusarse a la editorial catalana de oportunismo, dado el indudable paralelismo entre un cómic que se presenta con el subtítulo de "El primer candidato asiático-americano a la Casa Blanca" y la realidad que ha ocupado las portadas de los periódicos de todo el mundo en la última semana con el triunfo de Barack Obama en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Pero si esta circunstancia ha promovido la publicación de esta interesante serie, bendito sea el oportunismo...



Y es que este manga de Kaiji Kawaguchi, un veterano autor hasta ahora no muy conocido en nuestro país -solo habíamos podido leer Araragi Expres, editada por Planeta hace unos años-, viene avalado por cinco candidaturas a los prestigiosos premios Eisner de la industria del cómic; por otra parte, la lectura del primer tomo demuestra la capacidad de su autor para atrapar la atención del lector, interesado tanto por la parte política de la historia como por sus aspectos más intimistas.



Por su temática de ficción política, a Eagle se la ha comparado con la serie de televisión El ala oeste de la Casa Blanca, pero a los lectores de historietas japonesas, este cómic les recordará más al mejor Jiro Taniguchi: como ocurre en La cumbre de los dioses o Seton, Kawaguchi es capaz de aunar sin fisuras la parte didáctica e historicista -en este caso, el funcionamiento de las elecciones presidenciales, atendiendo sobre todo a lo que queda en las bambalinas- como la más íntima y personal: la del joven protagonista, un joven y prometedor periodista japonés que es destinado a Norteamérica para cubrir el proceso electoral, y que pronto descubrirá lo que le une a Kenneth Yamaoka, representante del partido demócrata en las elecciones del año 2000, "el primer candidato asiático-americano a la Casa Blanca", y a la postre el otro gran protagonista de la obra.



Kawaguchi consigue encandilar al lector recurriendo a los viejos pero funcionales trucos de siempre: la dosificación de datos, sobre todo en lo referente a los distintos personajes -protagonistas y secundarios- del relato, permite que vayamos construyendo sus personalidades poco a poco, preguntándonos qué hay de verdad y de mentira en lo que dicen, y cuáles son los verdaderos motivos que los llevan a actuar en una u otra dirección.



Ahora que ya conocemos el resultado del enfrentamiento entre Obama y el republicano John McCain, antes de saber si será Yamaoka o bien el vicepresidente Albert Noah quien encabece al partido demócrata en el camino a la Casa Blanca, la lectura de Eagle se nos antoja la de una obra de anticipación verdaderamente visionaria; habrá que permanecer atentos a las futuras entregas de esta serie, así como a nuevas obras de Kawaguchi (que ya adelanta su intención de escribir sobre un broker para inmiscuirse en los entresijos financieros de la política estadounidense), para confirmar o no la capacidad de oráculo de este autor... porque su talento como narrador ya está fuera de toda duda.


Título: Aula a la deriva (Vol. 1)
Autor: Kazuo Umezz (guión y dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: octubre de 2008
352 páginas (b/n) - 11,90 €


Título: Eagle. La forja de un presidente (Vol. 1)
Autor: Kaiji Kawaguchi (guión y dibujo)
Editorial: Glénat
Fecha de edición: octubre de 2008
412 páginas (b/n) - 10 €




(+) Bienvenidos a Eagle...

1 comentario:

Alfonso Soler dijo...

Vaya por dios...Aula a la deriva, una de las series más duras que yo conozco. Si no me equivoco, esta edición será un remake de la ya conocida en los años 70, nombrada una de las más atroces de su época, sin duda alguna por la imagen de futuro que reflejan los niños de esta escuela.

En cuanto a Eagle, es la primera vez que la oigo nombrar y pese a tener un planteamiento inicialmente pólitico (cosa que odio) parece prometer.

Seguiré ambas ediciones con interés.


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