Abandonad toda esperanza

lunes, 12 de enero de 2009

Tres sombras: La madurez



En todos los cambios de año sucede lo mismo: a la hora de efectuar las votaciones de lo mejor leído (o visto, o escuchado, tanto da) a lo largo del año que acaba de finalizar acaban por quedar fuera obras que por méritos propios merecían estar en lo más alto de cualquier lista, y la razón no es otra que el sempiterno hecho de que la avalancha de ofertas siempre termina por relegar el disfrute ya al nuevo año que acaba de empezar.

Tres sombras es, sin duda, el primer gran cómic del 2008 que hemos acabado leyendo en 2009, y a buen seguro no será el último. Sirvan estas líneas como encarecida recomendación para los lectores de este vuestro blog, así como oportunidad de entonar un mea culpa que remedie en buena medida que esta obra de Cyril Pedrosa no apareciera en el Top 10 de los mejores cómics del año pasado.



Fue en el último mes del año pasado que Norma Editorial publicó este álbum, considerado en el festival de Angoulême como uno de los "esenciales" del 2008. Una vez leída esta historia de iniciación -infantil y adulta, como explicaremos luego-, no podemos menos que manifestar nuestro total acuerdo con los mandamases del evento galo.

Pedrosa ambienta su relato en una época y un lugar indeterminados, aunque muy bien podría tratarse de algún momento del siglo XIX y de algún pequeño pueblecito francés. En aquella tranquila e idílica región vive Louis, un fornido campesino, en compañía de su esposa Lise y su hijo Joachim. Su vida es "simple y feliz", según propias palabras del primero, hasta que una terrible amenaza, terrible por lo que tiene de ilógica e inexplicable, se cierne sobre él y los suyos en forma de tres inquietantes sombras en lo alto de una colina cercana...



La superchería determina pronto que estas sombras son enviadas de la Muerte, y que vienen en busca del pequeño Joachim. Negándose a perder a su hijo, Louis y el pequeño emprenden un peligroso viaje que pasa por atravesar un gran río y acabar embarcándose en un navío de destino incierto.

Tres sombras arranca así como un cuento fantástico al estilo de Poe, Stevenson, Hawthorne, Maupassant o La pata de mono de W. W. Jacobs: como una narración más o menos realista en la que pronto intervienen elementos sobrenaturales y a las que se le puede aplicar, o no, una lectura que va más allá de la mera acción narrada. Si se quedara en eso ya sería de por sí un álbum espléndido, narrado con un trazo que recuerda la dedicación del autor al cine de animación; pero en su parte final Pedrosa va más allá y pone de manifiesto el carácter simbolista de la obra, explorando las posibilidades narrativas de la composición de páginas y la secuencia de viñetas, con un empleo magistral del claroscuro.



El resultado final es un espléndido retrato de la madurez, y no solo la del pequeño Joachim, sino la del mismo Louis, verdadero protagonista y narrador del relato: la madurez que implica la aceptación de una brutal pérdida y la contemplación de la vida como un ciclo que alterna alegrías y tristezas y en el que nada desaparece definitivamente y todo puede, en cierta medida, volver a empezar.

Esperemos que alguna editorial española -por qué no, la misma Norma- se decida a publicar en España el primer álbum en solitario de Pedrosa, Le coeurs solitaires, aunque sea anterior a este espléndido Tres sombras y probablemente no esté a su altura; seguro que Cyril Pedrosa ya dejaba patente allí alguna huella, alguna sombra proyectada, de su indudable talento.


Título: Tres sombras
Autor: Cyril Pedrosa (guión y dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: diciembre de 2008
272 páginas (b/n) - 22 €

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No tiene nada que ver, pero me sorprende que no haya puesto en los obituarios (que van siendo muchos entre 2008 y el principio de 2009) el de Donald Westlake, que murió nada más estrenarse el año.

Francisco J. Ortiz dijo...

No se extrañe tanto... Solo ha sido la falta de tiempo, que ha dejado al pobre de Donald Westlake sin su merecida glosa. Menos mal que otros estupendos blogs ya se han encargado de honrar la memoria de uno de los grandes de la novela negra.

Pero, de todas formas, gracias por la indicación. Da gusto ver que lo vigilan a uno... :-)

Anónimo dijo...

Hombre, vigilar, vigilar...si acaso seguir con asiduidad y alevosía; es simplemente que, conociendo su gusto por la serie negra, me pareció curioso que se le hubiera pasado esa efeméride.
Por cierto, felicidades por su enlace y mis mejores deseos para el futuro.

Anónimo dijo...

Este me lo apunto también... sin duda... Gracias por descubrirmelo...


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