Abandonad toda esperanza

miércoles, 29 de julio de 2009

Semana Negra 2009: Intrusismo en el cómic



Perdóneseme el titular sensacionalista de esta nota, que además podría hacer creer que me parece mal que la Semana Negra de Gijón dedique cada vez más espacio al noveno arte -nada más lejos de la realidad: todo lo contrario, es un aliciente más para apuntarse a esta cita anual ya de carácter obligatorio-; si hablamos de intrusismo es porque en las líneas que siguen haremos referencia a algunos títulos escritos por autores que son mucho más célebres por su faceta de novelistas que por su labor como guionistas del medio.



Mayor delito tiene todavía hablar de intrusismo si con este vocablo nos referimos a Andreu Martín y su relación con la historieta, ya que este autor catalán, justamente considerado junto con Manuel Vázquez Montalbán, Juan Madrid y Francisco Gónzalez Ledesma el buque insignia de la novela negra española de finales del siglo XX, empezó su carrera profesional como escritor en la "Escuela Bruguera" (Terenci Moix dixit) trabajando en series como La panda, Campeonio o el popular Sir Tim O'Theo creado a medias con Raf.



Después de algunos años bastante apartado del medio -aunque nunca del todo: participó en la serie gráfica de El Pulpo, hizo el prólogo de Bajo la piel y un trabajo previo como su adaptación de El sueño eterno con Luis Bermejo se vio reeditado por Glénat-, Martín regresa por la puerta grande de la mano de Dimas, novela gráfica ilustrada por Sagar Forniés (co autor del citado Bajo la piel) y editada por Astiberri.



Dimas, como la película de Neil Jordan con Nick Nolte, es un relato protagonizado por el buen ladrón: un ex presidiario que trabaja como representante de ventas de libros de autoayuda que se venden en expositores colocados en gasolineras (!) ve cómo su existencia vuelve a complicarse cuando en lo que prometía ser el final de una jornada laboral cualquiera recoge a una joven semidesnuda que lleva un bebé en brazos...



A partir de este hecho el protagonista se ve sumido en un torbellino de peripecias que volverán a poner en peligro su vida, sacándolo de su soporífera rutina diaria e introduciéndolo de nuevo en el mundo del crimen. El relato resultante aglutina temas clásicos del género negro -como la reinserción del delincuente arrepentido- con otros temas de relevancia social muy presentes en los medios hoy en día, caso de la prostitución y la trata de blancas con chicas provenientes de países del Este... si bien no nos parece conveniente desvelar mucho más de la trama al lector interesado.



Por su parte, en lo relativo al trabajo gráfico de Forniés, un servidor se declara, por puro gusto subjetivo, más cómodo con el trazo sucio de Bajo la piel que con la línea más bien clara y los colores cálidos y sin matices de este Dimas. No obstante el ilustrador demuestra ser un narrador muy sólido -sobre todo teniendo en cuenta su juventud- y estar dotado de un dinamismo arrebatador, y mediante el uso de los recursos propios de la narración secuencial esta se acomoda como un guante a los textos de Martín dando como resultado un relato negrísimo que se lee con avidez.



Pero si hubo un cómic estrella en la pasada Semana Negra ese fue sin duda Los cuatro ríos, también editado por Astiberri. Y lo fue gracias a la visita de sus dos autores, el dibujante Edmond Baudoin -que ya estuvo presente en la edición de hace un par de años- y la novelista Fred Vargas. Esta, de nombre real Frédérique Audoin, está considerada como una de las más importantes escritoras europeas de novela negra, y en su ya longeva producción destacan títulos como Los que van a morir te saludan, Huye rápido, vete lejos, Sin hogar ni lugar o La tercera virgen, todos ellos editados por Siruela en su línea de ficción policíaca.



Los cuatro ríos nació del interés de Baudoin por colaborar con la escritora, con la que coincidió en un evento cultural durante cuyo desarrollo el autor de Piero había estado leyendo una novela negra escrita por ella. Al parecer, Fred Vargas jamás había escrito un guión de historieta, y le entregó al ilustrador un manuscrito de ciento veinte páginas repleto de acción y diálogos pero sin ninguna descripción; entonces Baudoin, interesado por el texto, se vio en la obligación de demostrar su merecida fama como uno de los grandes del cómic europeo contemporáneo, y el resultado fue esta novela gráfica que después de nueve años de espera por fin ve la luz en español.



Los cuatro ríos es un relato eminentemente negro que entronca con la producción novelística de Vargas: el protagonista del relato es Grégoire Braban, un joven delincuente parisino cuyas correrías en compañía de su socio Vincent pueden recordar a aquella magnífica película de Bertrand Tavernier titulada La carnaza. En una de sus andanzas los jóvenes arrebatan una mochila a un viejo, sin adivinar que su contenido se trata de un bocado más grande de lo que pueden tragar...



Enseguida se produce un homicidio y entra en escena Jean-Baptiste Adamsberg, el emblemático y particular inspector de Policía que ha protagonizado varias novelas de Fred Vargas. A partir de entonces se desarrolla una trama detectivesca que pasa por las investigaciones del agente y por la huida de Grégoire, inocente del crimen pero principal sospechoso a ojos de todos.



Si el trabajo de Vargas demuestra su absoluto dominio de los resortes del género negro -el whodunit, el falso culpable, el retrato de la sociedad como ente opresor y un largo etcétera-, la ejecución de Baudoin, característica como siempre de su particular estilo, es prodigiosa, y pese a la aparente suciedad de su trazo el lector no se pierde nunca ni confunde a los personajes, y la lectura se torna cada vez más absorbente. Así, Los cuatro ríos es una absoluta joya del tebeo europeo que absolutamente nadie debería dejar de leer.



Finalmente queremos llamar la atención acerca de un título que no se presentó en la Semana Negra -su primera edición data ya de noviembre del año pasado-, pero cuyo guionista, el escritor sevillano Juan Ramón Biedma, sí asistió al evento como uno de los autores del volumen colectivo La lista negra y como presentador de varios títulos de colegas suyos, caso de Jerónimo Tristante o Rodolfo Martínez por citar tan solo dos.



La incursión de Biedma en el territorio del noveno arte lleva por título Riven (La ciudad observatorio), cuenta con ilustraciones del argentino Sergio Ibáñez y fue publicada por Ediciones B. Se trata de un álbum editado en formato europeo, y cuya presencia de un subtítulo hace sospechar la intención de inaugurar una serie de la que, por el momento, no se sabe nada nuevo.



Riven nace como una prolongación en el ámbito de la historieta de la primera novela del sevillano: El manuscrito de Dios. Pero este álbum puede leerse de manera totalmente independiente; tanto es así que no estamos ante una secuela al uso, ni mucho menos una adaptación del libro, sino una precuela en toda regla ambientada en el universo sobrenatural de la ficción que le valió a su autor ser finalista del Premio Silverio Cañada y una mención del Jurado en la Semana Negra de 2004.



En Riven el lector asiste a un relato ambientado en dos épocas que se alternan y llegan a confundir: la contemporánea (concretamente, el año 2008) y la España de 1834, donde la Compañía de Jueces Libres impone el cumplimiento de la Justicia espada en mano. Hasta la isla de Atalaya, situada en el norte del país, llegará Óscar Riven Ramírez de Benceo en busca de Eduvigis y del codiciado manuscrito, desatando una serie de acontecimientos que acabarán confluyendo en un final ligeramente abierto.



La ciudad observatorio se lee con creciente interés, y el lector se mueve con soltura por los callejones de una urbe repleta de sombras y poblada de razas dispares que recuerdan a lo mejor del cómic de ciencia ficción europeo, de Moebius a Bilal pasando por nuestro Josep Maria Beà. Pero a la postre lo más criticable del álbum es también lo mejor que puede decirse de él: sabe a poco. Dados la conclusión y la curiosidad del lector, cabe preguntarse: ¿veremos más álbumes de Riven? Y lo que es más: ¿veremos más tebeos escritos por Juan Ramón Biedma, dicho sea de paso uno de nuestros escritores más personales e interesantes?


Título: Dimas
Autores: Andreu Martín (guión) / Sagar Forniés (dibujo)
Editorial: Astiberri
Fecha de edición: mayo de 2009
152 páginas (color) - 18 €


Título: Los cuatro ríos
Autores: Fred Vargas (guión) / Edmond Baudoin (dibujo)
Editorial: Astiberri
Fecha de edición: enero de 2009
224 páginas (b/n) - 18 €


Título: Riven (La ciudad observatorio)
Autores: Juan Ramón Biedma (guión) / Sergio Ibáñez (dibujo)
Editorial: Ediciones B
Fecha de edición: noviembre de 2008
64 páginas (color) - 17 €




(+) Previously on Abandonad toda esperanza:
- El viaje (E. Baudoin)
- Piero (E. Baudoin)
- El efecto Transilvania (J. R. Biedma)

[Fotografías Semana Negra 2009: A. Martín; F. Vargas y E. Baudoin firman ejemplares de Los cuatro ríos; el autor de este vuestro blog junto a J. R. Biedma; dedicatoria de E. Baudoin. © C. Carrasco.]

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