Abandonad toda esperanza

sábado, 28 de febrero de 2009

Las recomendaciones del sábado



Cómic:
R.I.P.D.
Peter M. Lenkov & Lucas Marangon
(Norma Editorial, 2008)

El sheriff Roy Powell y el principiante Nick Cruz se ven obligados a trabajar juntos como agentes de R.I.P.D. persiguiendo a los demonios que se han fugado del infierno para devolverlos al lugar donde merecen estar... De la mano de un guionista de cine y televisión -algunos guiones de CSI: NY y 24 llevan su firma- nos llega este cómic que aglutina elementos de varios géneros, principalmente del terror y del policíaco, y que responde a la estructura de las “películas de colegas” al estilo de Arma letal, pero en clave fantástica. Una lectura trepidante.



Libro:
EL FINAL DEL DESFILE
Ford Madox Ford

(Lumen, 2009)

La estabilidad del matrimonio Tietjens se tambalea ante las diferencias irreconciliables entre sus componentes: mientras él es el último defensor del espíritu conservador victoriano, ella es una mujer rebelde que desafía todas las convenciones... La aparición en el mercado español de esta novela monumental, escrita por el autor de El buen soldado, es todo un acontecimiento editorial, pues pese a ser considerada como una obra maestra de la literatura del siglo XX y posiblemente la mejor novela jamás escrita sobre la Primera Guerra Mundial, permanecía hasta el momento inédita en castellano. Sin duda, uno de los libros del año.


(De: El Periódico de Villena, n.º 169, 27-II-2009).

viernes, 27 de febrero de 2009

Políticos de película

En la cartelera actual coinciden ahora mismo dos películas protagonizadas por políticos reales de la América del siglo XX: Harvey Milk y el mismísimo Richard Nixon. Dos películas, además, nominadas a los Oscars cuyo resultado conocimos el pasado lunes.

De ambas, de sus directores -Gus Van Sant y Ron Howard-, y del omnipresente -al menos en lo referente a estos temas- Oliver Stone, hablamos en la columna de Abandonad toda esperanza de hoy:

Todas las películas del presidente

jueves, 26 de febrero de 2009

Las aguas del mercado editorial están revueltas...

Las editoriales españolas especializadas en cómic Dolmen Editorial y Aleta Ediciones han informado durante estos días de que la primera toma las riendas de la segunda, aunque el personal de Aleta seguirá al frente del trabajo de coordinación. A continuación reproducimos la nota de prensa:



Después de años de andadura independiente, Aleta Ediciones deja su labor de edición en manos de Dolmen Editorial. Así, Dolmen, una de las editoriales independientes más exitosas de los últimos años, comenzará a publicar el material que hasta ahora publicaba Aleta Ediciones, incluyendo sus títulos en los sellos correspondientes de la editorial. El trabajo de coordinación lo seguirá haciendo la gente de Aleta encabezada por Joseba Basalo, lo que demuestra la continuidad con la que se quiere encarar esta nueva andadura.

De esta forma en un mes veremos el regreso de los diferentes títulos de Bonelli y más adelante nuevos tomos de Invencible, Battle Pope o el regreso de Savage Dragon.



Todavía se está estudiando cómo enfocar algunas líneas como la franco-belga y las colecciones que hay abiertas al respecto, ya que como en todo proceso de adaptación este tipo de cosas requieren de su tiempo (se está estudiando el formato y la forma de edición que queda aplazado para más adelante).

En lo referente a las colecciones abiertas de producción propia que decidan rescatarse, lo harán dentro del sello Siurell coordinado por Jorge Iván Argiz.

Gran parte del stock de Aleta se ha retirado del mercado, pero los títulos recientes que siguen en catálogo estarán disponibles a través de SD Distribuciones, mientras que los nuevos títulos, ya dentro de Dolmen, estarán disponibles por los cauces habituales de la editorial.

Los dos primeros títulos saldrán a la venta durante la segunda semana de marzo:



- Martin Mystère: ¡Nautilus!
AA.VV.

¿Qué responderíais a un excéntrico caballero que os propusiese participar en una expedición a la célebre "Isla Misteriosa” de la novela de Julio Verne? ¿Y qué pretende encontrar Cyrus Smith, el mencionado caballero, en el que fuera último refugio del Capitán Nemo? Además Martin Mystère vuelve a la universidad y retoma su papel de detective para investigar ciertas muertes sospechosas que han sido declaradas accidentales... Y regresa la fascinante vidente italiana Maria Ferretti y, con ella, la sombra de un antiguo enemigo en una remota región de África...



- Dylan Dog, de Tiziano Sclavi (Vol. 2)
Tiziano Sclavi et alii

Un contagio invisible que viaja a través de las cosas y de las personas... ¿Cómo detenerlo? Dylan Dog tendrá que averiguarlo antes de sumergirse en el polvo del pasado del mejor asesino del mercado del lejano 1945 y antes de conocer la plácida vida en Inverary, pero… ¿Por qué nadie nace, ni nadie muere, en la eterna quietud de Inverary? Además, Damien, el gigante asesino, ha huido de los muros del manicomio para volver con Leonora Steele... y el único que puede impedir que concluya su obra es Dylan Dog...



Otra interesante noticia acerca del mercado editorial de la que hemos tenido noticia estos días es que la Colección Integral de Glénat España comenzará su andadura el próximo mes de marzo, arrancando con la edición completa, en un lujoso tomo y tapa dura, de los seis volúmenes que conforman la serie El Príncipe de la Noche, del belga Yves Swolfs.

La editorial presenta la obra así: El Príncipe de la Noche es la fascinante serie que Swolfs ha desarrollado para Glénat Editéur durante ocho años de intenso trabajo y creatividad. El resultado: una de las mejores historias de vampiros que se hayan escrito nunca. Swolfs nos cuenta la maldición de una familia de cazavampiros, condenada en cuerpo y alma a lanzarse a la búsqueda del temible chupasangre Vladimir Kergan, empresa que les llevará desde la Edad Media al París de los años 30. La serie destaca por su trepidante guión, con unas dosis excelentemente medidas de suspense, horror y emoción, así como por un dibujo que cuida la atmósfera al máximo. El lector español puede acercarse a esta obra por vez primera con la edición integral que Glénat lanzará el próximo mes de marzo, completada con las seis ilustraciones que en su momento fueron portada de los seis álbumes que la compusieron.



La editorial anuncia también que esta línea tendrá una periodicidad mensual, y que los dos títulos que seguirán a la obra de Swolfs serán El Tercer Testamento, de Alex Alice y Xavier Dorison (abril), y la imprescindible edición definitiva de Peter Pan, la obra maestra de Loisel (mayo). Todos los tomos tendrán un precio de 24 euros. Una grandiosa noticia, verdaderamente.

martes, 24 de febrero de 2009

Bodrios que hay que ver: Terror en el abismo

(Para D. Carlos Samper, amigo y colega, que hizo gala de su gran corazón prestándonos el DVD. Ten amigos para esto.)


Veamos... Terror en el abismo. Una película con ese título no puede ser mala, ¿no? Una película de terror, genuina desde el epígrafe. Y además, con un abismo, que siempre viene bien. Pues nada, que nos lanzamos de cabeza a verla.



Y hete aquí que nos encontramos con la desagradable sorpresa de que la película, en versión original, no se titula así. Sí, ya sé que si es norteamericana, como es el caso, no se va a titular Terror en el abismo, así en español... Lo que quiero decir que el título en castellano no es la traducción literal de "Horror in the Abyss" o algo así. No, ni mucho menos: cuando nos disponemos a ver el engendro que nos traemos entre manos nos encontramos con la desagradable sorpresa de que en realidad se titula Shark Attack 3. Así que, si el cartel anterior ya tiraba de espaldas, no se pierdan este...



¡Demonios!, exclamarán los completistas que como un servidor gustan de ver las sagas al completo y en orden. Pero bueno, como intuimos que una película de Oscar tampoco es que vaya a ser, ni nos vamos a perder demasiado en tramas complicadas y personajes torturados, hacemos de tripas corazón y nos disponemos a verla. Y que sea lo que Dios quiera.



Pero el film sigue imponiendo bastante, ya que presenta un subtítulo más inquietante que toda la filmografía de Andrés Pajares y Fernando Esteso al completo: Megalodon. ¿Que qué es un megalodón? Pues yo se lo cuento, y no es que lo supiese ya, es que la película lo explica muy bien: es el antepasado prehistórico del actual tiburón, y que se suponía extinguido hasta que unos brutales ataques en la costa parecen ser obra de uno de estos bichos gigantescos.



Como se imaginarán, Shark Attack 3 -perdón: Terror en el abismo- es una copia, otra más, la enésima, del Tiburón de Steven Spielberg (aquella sí, una obra maestra del cine de terror, subgénero de criaturas marinas con mala uva), mal escrita, peor dirigida, y mucho peor interpretada, y en la que para enfrentarse al bicho en cuestión, que además de merendarse a cuanto incauto se acerca a sus fauces está poniendo en peligro la temporada veraniega de hoteles y demás negocios del sector hostelero -¿les suena?-, un guardacostas -interpretado por John Barrowman, el Jack Harkness de la serie Torchwood- y una paleontóloga -encarnada por Jenny Mcshane, que ya aparecía en el primer título de la serie- unen sus fuerzas... y algo más que sus fuerzas, en una de las escenas de sexo más gratuitas (que ya es decir) de la historia del cine.



Así pues, Terror en el abismo resulta ser una película soporífera, que David Worth tiene la desvergüenza de firmar después de haber realizado también la entrega previa de la saga... y que aquí se llamó, de nuevo intentando confundir al personal y darle gato por liebre, Shark, el demonio del mar; cómo mola este título, ni Lucio Fulci se habría atrevido a tanto; bueno, sí, vale, Lucio Fulci sí se habría atrevido. Pero habría hecho una película igual de mala pero mucho más divertida.



Pues eso, un bodrio inaguantable. Habrá que ver las otras dos, ¿no?

lunes, 23 de febrero de 2009

Slumdog Millionaire arrasa en los Oscars

Pese a su carácter independiente, era la favorita de la 81ª edición de los Oscars después de haber ganado el Globo de Oro a la Mejor Película del Año. Y los pronósticos se han confirmado: Slumdog Millionaire, con ocho estatuillas de entre sus diez nominaciones, y que incluyen los premios a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión Adaptado, ha sido la gran triunfadora de la noche.



La otra triunfadora moral de la velada ha sido Mi nombre es Harvey Milk, que le ha supuesto a Sean Penn su segundo premio como Mejor Actor Protagonista después del que ganó por Mystic River de Clint Eastwood. La cinta de Gus Van Sant ha obtenido también el oscar al Mejor Guión Original.



Las actrices premiadas han sido Kate Winslet como protagonista por The Reader (El lector), y Penélope Cruz como actriz de reparto por su elogiada participación en Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen.



Desde este vuestro blog nos alegramos particularmente del galardón al Mejor Actor de Reparto para el malogrado Heath Ledger por su interpretación del letal Joker en El caballero oscuro. Ledger se convierte así en el segundo actor en recibir un oscar a título póstumo, después del premio a Peter Finch por Network (Un mundo implacable), si bien aquel lo obtuvo en la categoría de Mejor Actor Protagonista.



¿Y las perdedoras de la noche? Pues la estupenda El desafío: Frost contra Nixon, de Ron Howard, y muy particularmente El curioso caso de Benjamin Button de David Fincher, que se tiene que conformar con tres premios en categorías técnicas frente a las trece candidaturas que la convertían en la otra gran favorita de la noche.



Para consultar todos los premiados, véase aquí:

IMDb.com: Road to the Oscars'09

domingo, 22 de febrero de 2009

Lo nuevo de Tarantino ya tiene cartel

O mejor dicho, carteles. Aquí van las primeras muestras del marketing internacional de Inglorious Bastards... o Inglourious Basterds, que de ambas formas se va viendo en los distintos adelantos del nuevo film de Quentin Tarantino, una cinta bélica ambientada en la II Guerra Mundial que protagoniza Brad Pitt y que después de poder verse en Cannes llegará a los cines de todo el mundo durante el próximo verano.







Verdaderamente espectaculares, la verdad. La cosa promete... ¿demasiado? La duda se despejará en unos meses.

(+) Previously on Abandonad toda esperanza:
- El reparto de Inglorious Bastards (I)
- El reparto de Inglorious Bastards (II)

sábado, 21 de febrero de 2009

Las recomendaciones del sábado



Cómic:
WILDC.A.T.S. DE ALAN MOORE
Alan Moore et alii
(Norma Editorial, 2009)

Mientras los WildC.A.T.S. originales se ven envueltos en una aventura intergaláctica que los llevará al planeta Khera, en la Tierra Majestic y Savant optan por reclutar a otros héroes para fundar un nuevo grupo con una formación remodelada... Alan Moore, el guionista que redefiniera el género superheroico con Watchmen, se encargó del guión de quince números de la colección más célebre del universo WildStorm, que ahora se ven recopilados en formato de lujo. La obra, con dibujos de Travis Charest y otros artistas invitados, no puede faltar en la biblioteca de cualquier seguidor del guionista británico.




Libro:
NOVIEMBRE DE LUTO
Tom Piccirilli
(La Factoría de Ideas, 2008)

Shad Jenkinks regresa a su pueblo después de pasar dos años encarcelado por atacar a un hombre que agredió a su hermana para descubrir que esta ha fallecido; pronto se dará cuenta de que la ausencia de ella no es lo único que ha cambiado en la localidad... El autor de Un coro de niños enfermos y la interesante Clase nocturna, y ganador en varias ocasiones del premio Bram Stoker, reincide en el género que mejor se le da: el terror atmosférico, siempre sujeto a las pasiones humanas y los más oscuros resquicios de la mente. Para fans del género.


(De: El Periódico de Villena, n.º 168, 20-II-2009).

viernes, 20 de febrero de 2009

Will Eisner vs. Frank Miller

Por un lado está el The Spirit original, el de Will Eisner y con el que su autor revolucionó la narrativa gráfica. Por otro lado está el The Spirit cinematográfico, el de Frank Miller, que tanta polémica ha levantado desde antes de su estreno.

De ambos, y de las historias autobiográficas de Eisner, hablamos en la columna de Abandonad toda esperanza de hoy:

Falta de espíritu

jueves, 19 de febrero de 2009

Un hombre en la oscuridad: Historia de un suicidio innecesario



Teníamos una cuenta pendiente con las novedades editoriales aparecidas durante el pasado año, una cuenta pendiente que tenía nombre y apellido: Paul Auster. Desde que lo descubrimos con La trilogía de Nueva York, tres novelas cortas que todavía hoy nos parecen su obra maestra indiscutible, cada nuevo libro de su autor se ha convertido en una cita inexcusable con un universo tan apasionante como inquietante, tan realista como metafórico, metaliterario y postmoderno en el mejor sentido de ambos términos.

Allá por septiembre se publicaba Un hombre en la oscuridad, novela de la que adelantábamos el comienzo y de la que después de varios compromisos pendientes hemos podido dar buena cuenta. Y el veredicto final es que estamos ante otra estupenda narración de Auster, que hace gala de muchos de los aspectos antes destacados que han convertido la prosa de su autor en algo tan reconocible y apreciable, pero que al mismo tiempo pueden hacernos sospechar que vive un período de estancamiento del que esperamos logre salir evolucionando a algo ligeramente distinto.



Un hombre en la oscuridad se nos antoja, y es algo que el propio Auster ha reconocido en más de una entrevista, una novela hermana de la inmediatamente anterior Viajes por el scriptorium (para el que esto suscribe, ligeramente inferior en calidad a la que nos ocupa). Como en aquella, el protagonista de la historia es un anciano al que le gusta escribir, pero si aquel padecía de amnesia y quería por encima de cualquier otra cosa recordar, August Brill en cambio lo recuerda todo y pretende olvidarlo; particularmente, la muerte de su esposa, que junto a las desgracias de sus familiares -la separación de su hija, la muerte del novio de su nieta como daño colateral en un conflicto en el Oriente Medio- lo ha sumido en una fuerte depresión.



Por si esto fuera poco, Brill ha sufrido un accidente de coche y se ve obligado a recuperarse lentamente en casa de su hija y su nieta, en Vermont. Pasa las tardes viendo clásicos del cine -Vittorio de Sica, Satyajit Ray, Jean Renoir- con su nieta, y en la oscuridad de la noche el imsomnio amenaza con no dejarlo descansar. La única vía de la que dispone para evadirse de los amargos recuerdos es inventar historias, escribirlas mentalmente como fuga de una realidad que se le antoja inaguantable.



Paradójicamente, Brill nunca ha sido escritor de ficciones: su relativa fama le viene por su faceta de crítico, de autor de muchísimas reseñas en diversas publicaciones y webs, nunca se ha decidido a escribir una novela, y su intento de narración medianamente extensa se quedó en eso, en un intento, además de pertenecer al ámbito de la no ficción (se trata de sus memorias, que nunca llegó a dar por terminadas). En cambio, por la noche, mientras padece de dolores que los calmantes no pueden menguar del todo, Brill escribe...



Y escribe la historia de Owen Brick, un joven mago en quien Auster proyecta la amnesia del escritor de Viajes por el scriptorium: Brick despierta en mitad de la oscuridad, en el fondo de lo que parece un profundo foso, y no recuerda cómo ha llegado hasta allí. Acto seguido hace acto de presencia un militar, el sargento Serge, que le ayuda a salir y le informa de que América está inmersa en una segunda guerra civil. Estamos pues ante una ucronía al particular estilo de Auster, una ucronía de ficción narrada dentro de una ficción como si de un juego de muñecas rusas se tratara: el presidente de la nación sigue siendo George W. Bush, pero los atentados del 11-S -presentes al final de Brooklyn Follies, una novela más tradicional de Auster- y la guerra de Irak no han tenido lu­gar. En cambio, los Estados Unidos combaten desde hace tiempo contra ellos mismos. Y es en ese marco que Brick recibe una misión que no puede rechazar: asesinar a un tal Blake, o Block, o Black, un hombre que está inventando esa guerra a la que solo podrán poner fin si el demiurgo muere.



Como imaginará el lector, este Blake, o Block, o Black, no es otro que August Brill, el autor de la novela dentro de la novela, que busca poner fin a su dolor con una suerte de suicidio artístico mediante el método de ser asesinado por su propia creación. Algo que finalmente se le antojará innecesario, conforme haya madurado en compañía de los suyos, compartiendo su historia, sus orígenes, el relato de su relación con las distintas mujeres que han pasado por su vida, a modo de cuento oral con su nieta. Y es que Auster nos cuenta, entre otras muchas cosas, que el proceso de crecer como persona solo se detiene con la muerte.



En resumidas cuentas, Un hombre en la oscuridad satisface porque da al seguidor de Auster lo que este quiere: una narración que se desarrolla de forma natural -algo de indudable mérito tratándose de una metaficción- y que atrapa su atención desde un primer momento, pero que como señalábamos al principio provoca en ocasiones la molesta sensación de ser, de nuevo, más, demasiado más, de lo mismo. Ahora toca esperar su nuevo libro, del que Auster solo ha adelantado que su protagonista será un adolescente y que será bien distinto de sus dos últimas novelas y, en general, de otros títulos de su ya larga bibliografía. Esperamos, esperanzados, sorpresas gratas.


Un hombre en la oscuridad
Paul Auster
Barcelona, Anagrama, 2008
208 pp. - 17 €

miércoles, 18 de febrero de 2009

Brujeando / The Necromancer: Cosas de brujas



"De un tiempo a esta parte se viene produciendo un fenómeno sociológico y cultural que implica el acercamiento de temáticas y estilemas propios del género fantástico y de terror al público infantil y juvenil, sobre todo el adolescente. Esto no es nuevo, claro: los elementos terroríficos han estado siempre presentes en las narraciones de carácter oral que se transmitían a los niños antes de ir a dormir, esos cuentos populares que luego fijaron en la tradición literaria escritores como Andersen o los hermanos Grimm. Pero bien es cierto que en los últimos años el número de obras que comulgan con esta intencionalidad y características se ha disparado; una eclosión esta relacionada con la evolución y el auge de tribus urbanas como los góticos o los siniestros, y de la que algún día habrá que estudiar muy seriamente el relevante papel ejercido por el cine de Tim Burton en general y Pesadilla antes de Navidad en particular."



Con estas palabras daba comienzo nuestra reseña, escrita hace ya más de un año, acerca de Courtney Crumrin, las andanzas de una pequeña bruja creada por el guionista y dibujante Ted Naifeh, y cuyos tres volúmenes han sido editados en España, como las obras que aquí comentaremos, por Norma Editorial.



Son palabras que rescatamos ahora porque consideramos que mantienen incólume su vigencia, y porque pueden aplicarse a dos obras recién salidas del horno, de temática similar y orientadas a dos targets muy concretos: la primera, al lector principiante; la segunda, al lector adolescente... si bien, como la obra de Naifeh, pueden satisfacer a cualquier tipo de público.



Brujeando parece haber sido concebida, entre otras muchas cosas, para recordarnos que Juanjo Guarnido es mucho más que Blacksad, su más popular creación, concebida a medias con el guionista Juan Díaz Canales. Las historias del gato investigador privado, uno de los mejores homenajes al género negro jamás realizados por autores españoles, pusieron el nombre de Guarnido en las listas de los mejores ilustradores patrios de cualquier evento o concurso dedicado al cómic, pero el autor llevaba a sus espaldas una larga carrera: primero como dibujante en Forum, el sello de cómics de Planeta de Agostini en los años 80 y primeros 90, y en donde coincidió con otros artistas de éxito posterior, caso de Carlos Pacheco y Salvador Larroca; después, a partir de 1993, como dibujante en la filial francesa de los estudios Disney, sita en París.



Si en Blacksad Guarnido contó con los guiones de Díaz Canales, en Brujeando es Teresa Valero la encargada de urdir unos relatos particularmente indicados para el lector más joven, protagonizados por Febris, Brygia y Sortylegia, tres hermanas brujas que viven en una apartada cabaña en mitad del bosque, y cuya existencia experimentará un giro de ciento ochenta grados cuando se vean en la tesitura de adoptar a una pequeña hada, de nombre Hazel, que ha sido depositada por error en su hogar...



Al parecer, Brujeando contará como mínimo con tres volúmenes, editados en Francia por Dargaud, aunque el número de entregas podría crecer dada la espléndida recepción que están teniendo en el país vecino. Mientras tanto, en España ya han aparecido los dos primeros volúmenes, "¡Se acabó la magia!" y "¡Hágase la luz!", en un formato europeo adecuado en tamaño para disfrutar de los lápices de Guarnido (quien se ha visto acompañado por Bruno García al coloreado de la segunda entrega).



De ambas historias, nos quedamos particularmente con la primera, por la pronta y ajustada descripción de los personajes protagonistas y su mundo, por la crítica a la sociedad de consumo y al mundo de los mass media en general y de la televisión en particular que desprende el relato -y que demuestra que trabajada con tino y rigor, una obra presuntamente infantil puede y debe tener varios niveles de lectura y aprehensión-,... y porque, y perdónesenos la frivolidad, los homenajes a los monstruos -clásicos y modernos, reales y de ficción- de las atestadas viñetas de las páginas 30 y 45 se han ganado un hueco en nuestro corazoncito.



En cambio, "¡Hágase la luz!" decepciona un poco después de tan afortunado debut, si bien los autores siguen manteniendo el tipo, sobre todo un Guarnido siempre resultón que acierta sin esfuerzo aparente con las expresiones de los personajes y la descripción de los espacios.



Por su parte, The Necromancer interesará particularmente a un público adolescente, el mismo que aupó a una serie como Buffy la Cazavampiros a fenómeno sociológico de culto de la historia reciente de la televisión. Un medio este que, por cierto, también vio nacer otra serie de características similares pero mucha menos calidad: la mediocre Embrujadas.



La gestación de The Necromancer ha sido larga: como explica su creador, Matt Hawkins, en el revelador epílogo publicado en la edición española, fue hace ya una década que fue concebida la idea que luego sería germen de lo que hoy es una serie protagonizada por una bruja adolescente, Abigail van Alstine, una joven animadora del instituto que debe sobreponerse a la pérdida de sus seres queridos (sus padres, sus mejores amigos) y aceptar su increíble destino: ha sido elegida para ser una poderosa hechicera.



Como acertadamente manifiesta en el prólogo el guionista Mike Carey -alguien que de tebeos de terror sabe bastante-, lo mejor de The Necromancer es que sorprende, y no por la originalidad de su propuesta, sino por el atrevimiento de ir un poco más allá de lo esperado en este tipo de relatos; cuando el lector cree que el asunto se va a quedar en agua de borrajas y considera que los autores -en cuyas buenas manos Matt Hawkins dejó su creación personal- no van a atreverse a cargar las tintas para no mermar el alcance popular de su producto, el guionista Joshua Ortega osa ir un poco más allá y es capaz de mostrar a una adolescente dispuesta a suicidarse, una masacre que acaba con la muerte de varios personajes o la aparición de un fantasma putrefacto cuando menos te lo esperas.



Para ello, Ortega ha contado en el apartado gráfico con la inestimable colaboración de Francis Manapul, un dibujante que pese a no ser demasiado personal -su estilo recuerda tanto a Jim Lee como a Paco Medina, pasando por el malogrado Michael Turner- se ajusta como un guante al material con el que trabaja.



La edición española de The Necromancer, número 83 de la colección dedicada al terror Made in Hell, recopila los seis primeros comic books de la colección original; esto es, los dos primeros arcos argumentales: "El arte de la magia" y "Litio". Igualmente, incluye como material extra bocetos de la serie y portadas alternativas de Greg Horn -con una de sus características y sexys ilustraciones-, Chris Bachalo y el propio Manapul.



Dos cómics, pues, ideales para un amplio espectro de lectores... si bien a los más pequeños se les escapará alguno de los muchos atractivos de Brujeando, mientras que los adolescentes más pusilánimes quizá salgan trasquilados de la lectura de una obra en apariencia tan inocente como The Necromancer. Para ambos quizá resulte mejor leer Witch.


Título: Brujeando (2 vols.)
Autores:
Teresa Valero (guión) / Juanjo Guarnido (dibujo)

Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: junio-diciembre de 2008
48 pp. c/u. (color) - 13 € c/u.

Título: The Necromancer
Autores:
Joshua Ortega (guión) / Francis Manapul (dibujo)

Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: febrero de 2009
160 páginas (color) - 15 €

martes, 17 de febrero de 2009

Bodrios que hay que ver: La rebelión de los monstruos

El bueno de Charles Band, alma máter de Full Moon Pictures, ya nos había visitado en esta sección de "Bodrios que hay que ver"... ¡hasta tres veces! Imaginen la catadura artística del interfecto. Recuerden si no estas tres producciones, a cuál más infecta: El ático, terror enfermizo a mayor gloria de Klaus Kinski, la cachonda Zone Troopers, y la inigualable (tan inigualable que ni su secuela la igualó, pues fue todavía peor) Troll. Pero ya tocaba que nos visitara como director y productor, así a tutiplén, y lo hace con una gran obra maestra del cine más idiota: La rebelión de los monstruos.



Tras este ridículo título español, más propio de una película de Parchís, Regaliz o Enrique y Ana, se esconde The Creeps, que dicho así queda como más serio pero tampoco. Porque el argumento del film es para darle de comer aparte. Así que eso haremos, poner punto y aparte, y se lo cuento. (Este es el punto y aparte).

Volvemos del punto y aparte: la película arranca en una biblioteca muy especial, pues está especializada en ejemplares únicos y por tanto valiosísimos, que han de ser consultados con guantes y mascarillas por los visitantes como si de émulos de Michael Jackson se tratase. Allí trabaja una rubia de buen ver que es acosada sistemáticamente por su jefa, otra rubia que parece haberse escapado de las películas de Ilsa, la loba de las SS que filmaron Jess Franco y demás francotiradores del cine S (y del cine SS también), y que después acaba transformada en una walkiria (no me pregunten por qué).



Pero esto es lo de menos; lo de más es que hasta allí llega un individuo de lo más sospechoso en busca del primer ejemplar de Frankenstein o el Moderno Prometeo de Mary W. Shelley. La bibliotecaria no cae en la cuenta de que resulta sospechoso que alguien quiera leer un libro si ya hay película, y que además no se conforma con una edición de bolsillo sino que quiere la primera. Pero allá que va y se lo deja consultar. Acto seguido, el susodicho individuo roba el ejemplar (menudas medidas de seguridad las de este centro, por cierto) sustituyéndolo por folios en blanco. ¿Y por qué?, se preguntarán ustedes. Pues yo se lo digo: pues porque pese a su apariencia de gris funcionario de Correos en realidad estamos ante un mad doctor con todas las de la ley, que ha creado una máquina que es capaz de, a partir de los primeros ejemplares de las novelas que les dieron vida o los popularizaron, traer al plano real a las criaturas míticas del género del terror: el conde Drácula, el hombre lobo, la momia y, claro está, el monstruo de Frankenstein.



¿Cómo se les ha quedado el cuerpo? Pues esperen, que hay más: la rubia en cuestión, cuando se percata de su error y aterrorizada por la más que posible posibilidad de perder el curro, contrata a un investigador privado de saldo que también trabaja regentando un videoclub (!). Este tiene su oficina en la parte de atrás de la tienda, y sus conocimientos del séptimo arte le permiten hacer referencias varias tanto al cine de Fellini como al del citado Jess Franco. El muchacho, bastante atolondrado por cierto y que beberá los vientos por su nueva clienta, es un cinéfilo heterodoxo, qué duda cabe...

La investigación del detective lo lleva a él y a la bibliotecaria a impedir el experimento final del científico, y detenerlo a mitad del proceso implica que los monstruos vuelven a la vida... pero en cuerpos de enanos (cómo lo leen, oigan). Pero por muy bajitos que sean, la mala leche la conservan intacta, y harán todo lo posible por recuperar los cuerpos esbeltos, poderosos y sobre todo altos que siempre han creído poseer... Sobre todo Drácula, líder natural del grupo al que interpreta Phil Fondacaro (visto, y en un doble papel, en la citada Troll).



Y todo eso en 70 minutos de birriosa película, ahí es nada, que deberían merecerle a Charles Band una buena temporada en la cárcel por intento de asesinato del buen gusto... ¡Hey, nuestras plegarias han sido escuchadas! ¡Admiren a Band a la sombra!



Y es que qué podemos decir de un film en el que lo mejor es un cliente del videoclub al que interpreta J. W. Perra (sin cachondeo, por favor, que ya debió pasarlo mal en el colegio), y que se alegra de que no tengan las películas románticas que le encarga su mujer porque así puede alquilar las de acción que le gustan a él. Un crack.

En fin... Ahora que lo pienso, La rebelión de los monstruos ya no me parece tan mal título, y los chavales de Parchís no habrían desentonado en sus fotogramas, aunque habría resultado raro ver a los niños del grupo musical que conmocionó los primeros 80 (sí, he dicho conmocionó; yo todavía sigo conmocionado) junto a los desnudos gratuitos que nunca pueden faltar en una producción del bueno de Band. Y como les conozco y sé que no podrán vivir sin tener una copia de esta joya en su dvdteca, pues aquí les regalo la carátula para que se la pongan en una cajita y todo:


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