Abandonad toda esperanza

miércoles, 28 de abril de 2010

Un hombre a una armadura pegado

Hoy en día, la (esperada) normalización del consumo de cómics pasa, claro está, por la mayor y mejor distribución del producto, pero también por la variedad de formatos y precios, así como por la influencia de los mass media y de otras industrias afines como Internet, la televisión o muy especialmente el cine.



En este preciso instante, el caso de Iron Man es significativo, y sigue la estela de lo que ya ha pasado anteriormente cuando llegaron a la cartelera películas como Spider-Man 3, Ghost Rider, El increíble Hulk o Watchmen: los cómics originales empiezan a distribuirse, además de por librerías especializadas, en grandes superficies y kioscos, y en muchas ocasiones con productos disímiles y/o en formatos alternativos con diferentes características de calidad / precio. Todos ellos con la finalidad de encontrar a ese comprador ocasional empujado a dejarse llevar por el afán consumista a partir del atractivo de la adaptación audiovisual.



Panini Comics, actual poseedora de los derechos de Marvel en España, no desaprovecha la oportunidad y, de cara al estreno este viernes de la esperada Iron Man 2, incluye entre sus novedades de abril, además de la cabecera regular, volúmenes especiales como Iron Man: Ejecutar programa de Warren Ellis y Adi Granov -este consultor especial de la primera película-, Yo soy Iron Man de Peter David y Sean Chen, el clásico Iron Man: El demonio en una botella de Michelinie, Layton y Romita Jr., y el especial Iron Man 2: Annual 2011. Pero quizás a priori la obra más atractiva del lote sea Ultimate Iron Man, que ya apareción en formato grapa y que ahora se recopila en tapa dura dentro de la línea Marvel Deluxe.



El interés de una obra como esta radica en buena parte en la autoría del guión, que viene firmado por Orson Scott Card, autor de ciencia ficción reconocido sobre todo por la saga iniciada por El juego de Ender. Confieso no haber leído ninguna novela suya, por lo que no puedo establecer ningún paralelismo entre su producción literaria y esta incursión en el noveno arte; para ello cuenta el lector con el prólogo a cargo de José Miguel Pallarés, que sí destaca ciertas concomitancias. Pero lo que sí puedo afirmar es que esta intromisión en otro ámbito por parte de Card se ha saldado con bastante éxito, aunque no sea total.



El presente tomo incluye los dos volúmenes de Ultimate Iron Man escritos por el autor, y cada uno de ellos consta de cinco entregas en formato comic book: el primero, dibujado a lápiz por Andy Kubert (con la colaboración puntual de Mark Bagley), entintado por Danny Miki y con color de Richard Isanove, se publicó en Estados Unidos entre mayo de 2005 y febrero de 2006; el segundo, ilustrado casi en su totalidad por el español Pasqual Ferry -con la salvedad de una docena de páginas finales obra del argentino Leonardo Manco- con color de Dean White, apareció por primera vez desde febrero a julio de 2008. Ambas series conforman la presentación del Hombre de Hierro dentro del Universo Ultimate, que como ya sabrá el lector es una puesta al día del Universo Marvel actualizándolo desde cero; un nuevo arranque, por así decirlo, de este mundo superheroico en la era de Internet, los teléfonos móviles, los ipods y los e-books.



Card arranca el relato de la primera miniserie con Howard Stark, padre de Tony, como protagonista absoluto de la obra, y a partir de sus investigaciones al frente de Stark Defense Corp redefine el origen de Iron Man acercándolo a un terreno conocido: la ciencia-ficción. Una relación nada peregrina si tenemos en cuenta el universo tecnológico y científico en el que siempre se ha movido el citado superhéroe y su alter ego civil, centralizado en la empresa Stark Enterprises. Así, la obra presenta ideas tan atractivas como la de convertir a Tony Stark en un superhombre nietzscheano que no necesita de la armadura para ser mucho más que humano, por citar el título de otra novela de ciencia-ficción, esta de Theodore Sturgeon. Card define a Tony como un humano capaz de regenerar partes de su cuerpo que le han sido arrebatadas, así como de poseer un tejido neuronal repartido por toda su piel; de esta forma, se podría decir que todo el cuerpo de Tony Stark es su cerebro, lo que justifica su inteligencia superdesarrollada.



Por otro lado, el escritor tampoco deja de lado la construcción narrativa de los clásicos, y convierte a Zebediah, el progenitor de Obadiah Stane -uno de los enemigos acérrimos de Tony Stark, al que encarnó en el cine Jeff Bridges-, en némesis de su padre, confiriendo al relato un tinte trágico casi shakespeariano. Pero pese a todos estos aciertos, el interés del relato decae mucho en la segunda miniserie, a pesar de que estamos ante una continuación literal de la anterior, pues esta empieza allá donde se terminó aquella. Pero una vez superada la sorpresa inicial, la historia parece dar vueltas sin llegar a ningún sitio, y la conclusión que revela la identidad de quién maneja los hilos del complot contra Howard y Tony Stark tampoco consigue que el producto remonte el vuelo.



Por si fuera poco, frente a un Andy Kubert excepcional, cuyo trabajo gráfico es, como suele suceder con este hijo del gran Joe Kubert, espectacular sin dejar de ser en ningún momento diáfano y funcional, tenemos a un Pasqual Ferry lejos de sus mejores trabajos, en ocasiones algo confuso en lo que a la narrativa secuencial se refiere, y al que desde luego tampoco ayuda ni un ápice el ser sustituido en las últimas páginas por un Leonardo Manco más que correcto pero que nada tiene que ver con el acabado del dibujante español.



Así pues, y aun tratándose de una lectura muy recomendable, el poso final que deja es de cierta decepción al no haber podido mantener el interés inicial. Algo que no ocurre, por méritos y defectos propios, con el cómic que comentamos a continuación, pues siendo una obra mucho menos ambiciosa tampoco cuenta con un público expectante y tan exigente como aquellos a los despierta curiosidad e inquietud el trabajo de Orson Scott Card al frente de las aventuras de Iron Man.



Nos referimos a este Iron Man del sello DeBolsillo, una línea que aglutina la edición en este formato de varias editoriales, y que ahora vuelve a distribuir con el mismo sentido de la oportunidad este volumen que publicara hace un par de años cuando se estrenó el primer film. El tomo en cuestión incluye los doce primeros comic books del volumen 3 de la cabecera, o lo que es lo mismo, el Heroes Return: The Invincible Iron Man.



Ya hablamos en cierta ocasión de la importancia de la inclusión de tebeos dentro de esta línea de DeBolsillo-BestSeller que cuenta con una distribución espléndida en grandes superficies. Más aún cuando en una obra como esta, muy oportunamente aunque no estuviese preparado en un principio, se recogen arcos argumentales en los que aparece Natasha Romanoff, alias la Viuda Negra, personaje afiliado en algunas épocas a los Vengadores y por tanto cercano al universo del Hombre de Hierro casi tanto como al propio Daredevil. Decimos oportunamente porque, como se recordará, uno de los reclamos de la inminente adaptación cinematográfica es la aparición de Scarlett Johansson en la piel de este personaje, al que precisamente otro escritor de ciencia ficción, Richard K. Morgan, le ha dado recientemente algunas de sus mejores historias.



Cuando arranca este volumen tercero de Iron Man, el estado de la cuestión es el siguiente: a Tony Stark, alter ego del superhéroe protagonista que ejerce de cara al público como su guardaespaldas particular, y que en las películas encarna un espléndido Robert Downey Jr., se le había dado por muerto, y durante su ausencia pasaron una serie de cosas: principalmente, que su secretaria Pepper Pots y su chófer Happy Hogan -en el cine Gwyneth Paltrow y el propio realizador, Jon Favreau- se han divorciado después de vivir un matrimonio complicado, y que la empresa Stark Enterprises ha sido engullida por otra compañía más grande. Pero Stark es un hombre de recursos y cual ave Fénix renace de sus cenizas fundando Stark Solutions, un nuevo conglomerado que ofrecerá asesoría técnica a cualquier empresa que se pueda permitir sus elevados emolumentos, y que irán destinados siempre a causas benéficas.



A lo largo de las doce entregas incluidas, participarán otros héroes del universo Marvel, muy especialmente la citada Viuda Negra y Carol Danvers, anteriormente Miss Marvel y Binaria, ahora Pájaro de Guerra, y en cuyo alcoholismo incipiente Tony Stark verá una proyección de sí mismo y de sus problemas pasados. También aparecerán a modo de personajes secundarios los Vengadores, Hank Pym, el matrimonio Richards de Los 4 Fantásticos o J. Jonah Jameson, director del Daily Bugle... por citar solo algunos en este recurso tan querido a la hora de dar cohesión a todo el Universo Marvel en sí. En cuanto a villanos, por estas páginas pasarán los Temerarios, Tizón, Látigo, el Amo de Espías, Inteligencia Suprema y algunos supervivientes del imperio kree a su servicio... y, claro está, el Mandarín, némesis eterna del Hombre de Hierro y desde los inicios de la saga fílmica villano rumoreado para cualquiera de sus entregas (¿lo veremos en la tercera?). Y, por supuesto, no faltarán clásicos recursos de libro como la puesta en peligro de la identidad secreta del protagonista.



A vista de todo esto, ¿qué ofrece este Iron Man, además de una estupenda relación calidad / precio, al tratarse de casi 300 páginas por menos de 15 euros? Pues el buen oficio de un veterano como Kurt Busiek, cuya veteranía se aprecia -para bien y para mal, según gustos- en rasgos como el uso continuo de la voz en off como elemento narrativo, muy propio de los tebeos de superhéroes desde los años 70 y sobre todo 80. Todo el volumen está escrito por Busiek, mientras que los lápices -con la salvedad de un par de entregas firmadas por Patrick Zircher- corren a cargo del ya citado Sean Chen, un dibujante que mantiene un adecuado equilibrio entre la narración clásica y la espectacularidad que se le pide a un ilustrador de tebeos de superhéroes del nuevo milenio, sin caer en la exageración sin sentido.



En definitiva: el Iron Man en versión ultimate de un aplaudido escritor de (ciencia) ficción frente al Iron Man de principios del siglo XXI recreado por un guionista de oficio. Dos maneras, pues, ninguna de ellas totalmente conseguida pero ambas más que dignas, de acercarse al personaje del Hombre de Hierro, o lo que es lo mismo Tony Stark... mientras vamos abriendo boca de cara al esperado estreno de pasado mañana viernes.


Título: Ultimate Iron Man
Autores: Orson Scott Card (guión) / Andy Kubert & Pasqual Ferry (dibujo)
Editorial: Panini Comics
Fecha de edición: abril de 2010
240 páginas (color) - 22,95 €


Título: Iron Man
Autores: Kurt Busiek (guión) / Sean Chen & Patrick Zircher (dibujo)
Editorial: DeBolsillo [Random House Mondadori]
Fecha de edición: abril de 2010 [reimpresión]
288 páginas (color) - 14,95 €

2 comentarios:

Lord Ghoultiérrez dijo...

Ambos comics entretienen y tienen sus momentos, pero también se quedan más a medio camino de lo deseable. Busiek empezó bien, demostrando que aun podían hacerse muchas cosas nuevas con el personaje, pero acabó sufriendo de agotamiento. Y Scott Card al final siempre acaba yéndosele un poco la olla con su obsesión por la infancia (la verdad es que no soy nada fan de este hombre. "El Juego de Ender" me parece terriblemente sobrevalorada).

Me quedo con el clásico "El Demonio en la Botella" -igualmente disfrutable después de tantos años- y con la actual etapa del personaje a cargo de Matt Fraction, que ese si que está haciendo cosas muy chulas con el personaje.

Saludos!!

Francisco J. Ortiz dijo...

"El demonio en la botella" ya lo leí en su día, pero desconozco la etapa de Matt Fraction. Apunto la recomendación para echarle un vistazo. Gracias y un abrazote.


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