Abandonad toda esperanza

miércoles, 17 de julio de 2013

Rembrandt e hijo




El pasado lunes el buscador Google sorprendía a propios y extraños con este doodle, que conmemoraba el 407º aniversario del nacimiento del pintor holandés Rembrandt van Rijn, ya que este vino al mundo el 15 de julio de 1606 en la ciudad de Leiden (Países Bajos). Y quizá el más sorprendido de todos los visitantes de la web fuese un servidor, que antes de ser consciente de tal efeméride se disponía ya durante aquella primera jornada de la semana a escribir estas líneas acerca de un par de novelas gráficas protagonizadas por el universo del inmortal artista y que había tenido el placer de leer precisamente el día anterior.




Así pues, no puede estar mejor traído el recomendar aquí y ahora la lectura de Rembrandt, una novela gráfica verdaderamente magistral que acaba de publicar Norma Editorial y que lleva la firma de Typex, autor de cómics también holandés que con el presente título rinde un sentido homenaje a su célebre compatriota, sin lugar a dudas el pintor más universalmente conocido de la historia de su país.




Rembrandt recoge hechos que forman parte de prácticamente la totalidad de la vida adulta de su protagonista, desde sus primeros años como pintor, mucho antes de triunfar en loor de multitudes, hasta su misma muerte acontecida el 4 de octubre de 1669. Pero lejos de ser una biografía al uso, el autor opta por ir adelante y atrás en el tiempo durante los once capítulos que conforman la obra, para dejar que el lector se inmiscuya de lleno en el universo vital y creativo del personaje central, al que muestra con todas las aristas posibles.




Y es que lejos de ser una hagiografía laudatoria en exceso, Typex nos propone un relato verdaderamente ambicioso en sus pretensiones artísticas, así como un retrato de Rembrandt probablemente muy fidedigno: lo muestra como un hombre de carácter huraño, en ocasiones hasta miserable, demostrando que la personalidad de un artista -aquí, poco menos que difícil- no tiene por qué ser directamente proporcional a la calidad de su arte, en este caso a todas luces indiscutible. Así, el guionista y dibujante holandés nos ofrece a lo largo de las más de doscientas páginas que componen su obra un contrapunto entre la vida privada del artista, que se movió entre el triunfo pleno y la más absoluta de las miserias, y el arte prodigioso que nos ha acabado legando a la humanidad.




Pero más allá del interés intrínseco de lo relatado, si hay algo que merece ser destacado de esta obra es su apartado artístico: compendio no de técnicas pero sí de ideas visuales y acabados gráficos, Rembrandt acaba siendo un deleite para la vista de principio a fin. Lejos de ser un experto no ya en la obra de Rembrandt sino en el arte pictórico al completo, a un servidor no se le escapa como no se le escapará a ningún lector algunos homenajes concretos a la obra del célebre pintor, así como ciertos aspectos de un estilo que remite inequívocamente a la pintura barroca.




A este interés de Rembrandt contribuye, todo hay que decirlo, que cuente con una edición excelente tal y como se merece, en cartoné, con papel de alto gramaje, y donde se recurre a una serie de recursos (reproducción de daños accidentales, como manchas o desperfectos en el papel; una hoja doblada; una cinta a modo de punto de lectura que no es tal, etcétera), que acaban por convertir el presente título no solo en un tratado de la pintura del siglo XVII, sino también un estudio cuasi metanarrativo de la edición bibliográfica. Sin lugar a dudas, y teniendo en cuenta todos estos factores, la novela gráfica de Typex se me antoja una lectura indispensable.




Y tan recomendable como este Rembrandt, aunque de estilo bien diferente, es un cómic que también publicó Norma... aunque de eso hace ya algo más de un año, como el volumen 49 de su magnífica colección Nómadas: me refiero a El hijo de Rembrandt, donde el autor, Robin, se centra en la figura de Titus van Rijn, cuarto descendiente del célebre pintor pero el primero en alcanzar la vida adulta, aunque también acabaría falleciendo de forma prematura a la edad de 26 años.




Así, la presente obra arranca con un prólogo ambientado en el Amsterdam de 1675, donde la viuda de Titus cuenta a su hija Titia quién fue su padre; de esta forma, la obra se acaba centrando en la vida de Titus van Rijn, hijo de Rembrandt y su esposa Saskia, desde octubre de 1645 (cuando el protagonista apenas tiene cuatro años) hasta abril de 1669, un año después de su temprana muerte. Entre una fecha y otra, el lector es testigo de la infancia y adolescencia del personaje principal, de sus primeros juegos y sus primeros amoríos -particularmente, de la atracción que siente por su prima Magdalena, con la que terminará casándose-, así como de sus primeras tentativas de convertirse en un pintor como su padre.




Por supuesto, aunque el protagonismo de la obra recaiga en Titus, el lector encontrará también al propio Rembrandt en sus páginas... aunque, curiosamente, Robin lo muestra de forma mucho más positiva que Typex, como un padre si no perfecto sí al menos comprensivo y dialogante. Quizá se deba precisamente a ese carácter secundario del personaje; pero, además, El hijo de Rembrandt termina siendo una obra mucho más amable que la comentada Rembrandt en todos los aspectos, sin lugar a dudas por centrar el protagonismo de una gran parte de sus páginas en un niño que ve el mundo de los mayores de forma muy distinta a como lo podría ver cualquier lector o autor adulto.




A todo ello contribuye si lugar a dudas el apartado gráfico: lejos del barroquismo y la ambición de Typex, Robin apuesta por un trazo sencillo y aparentemente fácil, donde la acción se desarrolla mediante la sucesión de ilustraciones que parecen solamente abocetadas, confiriendo a la obra un aspecto fresco y vitalista que se contagia fácilmente al lector; todo ello, a pesar de algunas de las dificultades vitales con las que se enfrenta el protagonista, desde las penalidades económicas que sufrió su familia hasta la enfermedad que puso fin a su vida. Sea como sea, y aunque de menor calado que la obra de Typex, El hijo de Rembrandt acaba siendo también una lectura francamente recomendable.


Título: Rembrandt
Autor: Typex (guion y dibujo)
Editorial: Norma
Fecha de edición: abril de 2013
240 pp. (color) - 32 €

Título: El hijo de Rembrandt
Autor: Robin (guion y dibujo)
Editorial: Norma
Fecha de edición: junio de 2012
304 pp. (b/n) - 22 €

1 comentario:

Alex dijo...

Este cómic es una pasada !


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